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Rodrigo Araya Dujisin

Balkans

El balance de Cvijus (Belgrade 2.0) sobre los 7 años de democracia Serbia

El balance de Cvijus (Belgrade 2.0) sobre los 7 años de democracia Serbia

Al fin una reflexión interesante sobre el 5 de octubre serbio . Cvijus ofrece un sincera y emotiva mirada sobre los avances y deudas de la joven democracia serbia.

 

Pone en perspectiva estos 7 años y analiza los difíciles avances y muchas tareas pendientes que quedan por delante. Lo importante es que lo hace con un valioso optimismo y con mirada de futuro.

 

Enumera una serie de pequeñas grandes transformaciones de la sociedad que a veces no se valoran justamente.

 

 

Serbia tiene una gran frustración y ésta tiene que ver con las altas expectativas que generó la revolución de octubre. Es comprensible ese sentimiento, pero se requiere de una dosis de frialdad para ver la película en perspectiva. Fueron 50 años de comunismo, 11 de dictadura y 9 de guerras. 7 años de democracia no pueden cambiar mágicamente un pasado tan cargado y complejo.

El optimismo es un bien muy escaso en la Serbia post Milosevic y es comprensible. Pero mirado en perspectiva hay cambios significativos que no se pueden obviar. Por eso son tan importante voces como la de Cvijus en estos tiempos de resaca.

However, seven years after this bright event of the Serbian history and positive Serbian national solidarity, there appears to exist certain scepticism as to whether the revolution was good enough and whether Serbia is truly a democratic society in the real sense of the meaning.

 

 

 

Serbian society is still divided into two Serbias, one being a so-called progressive and another being called by the first one as a highly nationalist

 

 

 

The frustration that is caused by by the disapointment of the high expectations have resulted into the rise of extremism on many sides which, by itself resulted with the fact that the political scene resembles a scenery of paranoia, primitivism, maliciousness and hypocrisy.

 

 

 

Nevertheless, the changes that those who were in front of the Assembly seven years ago wished cannot come immediately. Sixty years of the communist dictatorship and eleven years milosevicism have resulted that the minds of the citizens don’t have any real idea of what democracy trully is, but have rather vague perceptions. The wished changes will not lots of time and hard work to occur in the next two or three generations.

 

 

 

But finally, the glorious day of the 5th of October 2000 have shown that the majority has learned to protect its democratic rights and the notion to solidary coexist in diversity. Don’t forget that the revolution was carried out by democrats, communists and nationalists together against an authoritarian nepotist. Let us learn from the revolution

Slobo Ustaša?

Slobo Ustaša?

Para hacer más misterioso el grafitti recien comentado, más abajo se puede leer "Slobo Ustasa", lo que suena muy extraño. Slobo es el nick de Slobodan, o sea de Milosevic y Ustasa son los ultranacionalistas croatas, de ultraderecha, herederos del Nazismo. Es un aparente sin sentido, como decir Pinochet comunista, Aznar nacionalista vasco, o Fidel demócrata. Pero si lee entre lineas Milosevic finalmente le hizo el juego a los nacionalistas de uno y otro lado. En un sentido muy oscuro, hace sentido. 

Este muro belgradense esta de colección. Solo faltaría un dibujo de Bansky donde Milosevic y Tudjman juegan ajedrez.  

Milosevic y Pinochet

Milosevic y Pinochet

Este graffiti esta en una de las calles más céntricas de Belgrado, a pasos del paseo peatonal más concurrido de la ciudad: Knez Mihailova. Textualmente dice: Serbia 2000 y Chile '60, ambos con un signo de interrogación.  ¿qué quizo decir el autor de este graffiti? me han preguntado amigos serbios y no tengo una respuesta clara, aunque si una hipótesis.

El 5 de octubre del 2000 fue el día que Milosevic fue derrocado por una gran manifestación, una cascada ciudadana que logró lo que parecía imposible: derrocar al dictador que encabezó cuatro guerras en 9 años y resistió sin despeinarse 4 meses de bombardeo de la OTAN. 

 

El 5 de octubre de 1988 en Chile se celebra la caída de Pinochet, fue el día del plesbicito que Pinochet esperaba ganar con holgura y así pasar a una fase de dictadura constitucional. Sin embargo, y en contra de las expectativas del régimen e incluso ante la incredulidad de los opositores de la época, Ganó el No a Pinochet y ese día queda marcado en la historia reciente de Chile.

 

Hasta aquí tenemos tres coincidencias: 1) la caída de los dictadores que parecian invencibles; 2) por voluntad popular, en un caso una revuelta, en el otro un plesbicito y 3) el día 5 de octubre, 2000 y 1988 respectivamente . Si esta es la relación que tenía en mente el grafitero, estamos solamente ante un error de tipeo en la fecha, pero la asociación es significativa y relevante. Milosevic y Pinochet comparten (además del oficio de dictador) el hecho de ser los primeros clientes de la justicia internacional. Pinochet con la detención en Londres por petición de un tribunal español (precedente histórico) y Milosevic como primer cliente del Tribunal Penal Internacional.

 

Una cuarta coincidencia: ambos murieron sin recibir condena. Fueron salvados por la campana, ya que murieron antes de recibir las respectivas sentencias. Pero las cartas estaban hechadas, se fueron con reserva de honor en el pabellón de las eminencias: Franco, Benito, Adolfo, Yosif, Galtieri, Videla, Stroessner...

 

 

Priština: Clinton forever

Priština: Clinton forever Pristina es la capital de Kosovo y probablemente es la ciudad de europa con más banderas de USA por metro cuadrado. No contentos con las banderas por todos lados, han bautizado una de las calles principales de la ciudad (la que se ve en la foto) como Boulevard Bill Clinton. El que saluda en la gigantografía colgada del efificio es Bill Clinton, el personaje más popular en Kosovo. Toda esta muestra de afecto es en agradecimeinto a los 4 meses de bombardeo de la Otan en Serbia, Montenegro y el mismo Kosovo.

Belgrado en dos planos II (Moj prijatelj Kole)

Belgrado en dos planos II (Moj prijatelj Kole) En el frente Kole, en el Fondo el asesinado primer ministro Zoran Dindic

Belgrado en dos planos

Belgrado en dos planos Atrás los edificios bombardeados el 99, en primer plano Belgrado 2007

tres lecturas

tres lecturas

Tienen en común ser intentos por documentar los convulsionados años noventas, la desintegración de Yugoslavia, las guerras como telón de fondo y sobretodo la vida cotidiana durante esta década tan compleja en la región. No son libros con mayores pretensiones académicas ni literarias, sino más bien relatos amenos e incluso ligeros.

Cafe Europa: life after comunism. Slavenka Drakulic
Este libro reflexiona sobre las diferencias ente el este o oeste de Europa y como se han vivido las transformaciones en la vida cotidiana en ciudades como Budapest, Tirana, Varsovia y Zagreb. Como trasfondo, este libro plantea las persistencia de la cortina de hierro, a pesar de las transformación de lo países, las fronteras e ideologías. Como las personas tratan de comprender el mundo post comunismo, la comprensión del pasado y cosas mas mundanas como la mala dentadura, la actitud hacia el dinero, el diseño de los baños, el hecho de que muchas personas hacen trampa o la tendencia a culpar a otros por los problemas. Slavenka Drakulic es croata.

With their backs to the world: postraits from Serbia (de espaldas al mundo: retratos desde Serbia)
Asne Seierstad es periodista y fue corresponsal en Belgrado y Kosovo para la televisión noruega. En este libro están sus reflexiones, aventuras, conversaciones durante distintos viajes durante varios años. Algunos capítulos son muy entretenidos, particularmente uno que se llama "Stylish resistance" sobre la movida juvenil en las revueltas de octubre del 2000. Si bien se pueden ver los hechos políticos como telón de fondo, describe aspectos más frivolos como la moda, la ropa, las formas de amistad y como muchos jóvenes despertaron a sus padres del letargo y el miedo de esos años. También hay entretenidos relatos de su relación con una estudiante de sicologia de 20 años con quien van a bailar a los clubs-botes que hay en el Danubio o a tomar café en la facultad. También destaco el capitulo final "Don't happy, be worry" que toca el sentimiento de decepción en la sociedad Serbia después de la caída del régimen.

This is Serbia Calling: Rock'n Roll radio and Belgrade's undergound resistance. Mattthew Collin

Este es mi preferido. Es un libro muy, muy bien escrito y entretenido. Como dice el titulo, se centra en la movida underground en Belgrado en los años noventas. También se pueden ver los hechos políticos, los bombardeos de la OTAN, las protestas estudiantiles del 96/97 como telón de fondo, pero mantiene el foco en la movida cultutal, la música que se escuchaba, las revistas que llegaban del extranjero, el contrabando cultural o como llegó el extasis y el techno a las fiestas de Belgrado. Las fiestas en Akademija o la batalla contra la cultura del turbo folk, la extrema falta de libertad de expresión, la propaganda afixiante el régimen en todos los medios de comunicación. Todas las historias de este libro están en torno a la radio B92 como foco de la resistencia juvenil.

Finalmente es el retrato de una generación cuya cultura e identidad estuvieron "sitiadas" durante los noventas. Es interesante conocer el sufrimiento que hubo en el corazón de Serbia. Seguramente coincidimos en que esta mucho más documentado el sufrimiento que hubo en Bosnia o en otros lugares que vivieron la guerra directamente. Sin embargo, poco se sabe como se vivió este proceso desde Serbia.

Es un relato emocionante y desolador de como una generación completa fue marcada por el aislamiento, la represión y el sufrimiento. Este libro se publicó el 2001 y hay varias ediciones posteriores con actualizaciones y reflexiones ex post. Mattthew Collin es periodista y fue editor de The Big Issue (la revista que venden los homeless en londres), Timeout (una revista sobre oferta cultural, diversión, enretenimiento). Hoy es pediodista de la BBC. No me queda clara su relación con Serbia pero seguramente es muy cercana por la familiaridad con que escribe. No es el tono de corresponsal hablando de sus aventuras.Si no fuera por su nombre tan inglés, diría que es un belgradense más.

Los Balcanes y la huella de Kaplan

Los Balcanes y la huella de Kaplan La primera vez que visité los Balcanes fue en septiembre de 2003 y seguí casi como una guía de viaje la ruta que siguiera Robert Kaplan en su libro Balkan Ghosts: A Journey Through History”. El libro es catalogado como literatura de viaje, lo que no quiere decir que sea una guía para viajeros. Es un libro de historia, política y antropología, escrito en lenguaje de periodista, es decir, para todo espectador. Combina observaciones en terreno, conversaciones y anécdotas con teorías sociales, tratados de historia y teoría de las religiones.

El libro de Kaplan cubre todos los países de la península balcánica, esto es, Albania, Grecia, Bulgaria, Rumania, Moldavia y tres de las repúblicas yugoslavas: Croacia, Serbia y Macedonia. La lectura es muy grata, ya que combina una revisión histórica con agudos análisis sobre las claves culturales de estas naciones. Todo lo anterior matizado con sus experiencias durante sus viajes por esta región a lo largo de muchos años. Este libro se publicó por primera vez en 1993 y el autor advierte que hay una bomba de tiempo en la región. De allí que La guerra en Bosnia y la posterior crisis en Kosovo no sorprendiera a los lectores de Kaplan.

El capítulo de las tres repúblicas yugoslavas fue una verdadera guía en mi primer viaje a la zona, aunque no fuera este el objetivo del libro, fui siguiendo las huellas de Kaplan en cada una de las ciudades. Por ejemplo, generalmente partía sus capítulos contando como había llegado a la ciudad, como eran los trenes o autobuses. Describía con detalle los hoteles donde paraba, las iglesias, las calles, etc. Fue muy impactante llegar y comenzar a ver la ciudad con sus ojos, ya que efectivamente la estación de trenes de Zagreb era preciosa y a la derecha estaba el hotel Esplanade y un poco más allá la estatua de Strosmayer, un religioso que trató de unir a las iglesias cristianas católica y ortodoxa. Y así la ciudad se me fue relevando con la mirada de Kaplan. Lo curioso es que el libro de Kaplan, por su parte, sigue la ruta que hiciera Rebecca West en "Black Lamb and Grey Falcon”, un libro del mismo género publicado en 1941. A su vez Rebecca West hace el recorrido imaginario que hicera otro clásico, John Redd, quien escribió en 1915 "War in Eastern Europe", tambien basado en sus viajes por los balcanes.

Lo más curioso de esta posta de libros de viajes es que las preguntas muy parecidas y las pocas respuestas tampoco varían mucho, a pesar de que son libros de viajes a lo largo de casi un siglo, mientras tanto las fronteras fueron cambiando desde los imperios Austro-húngaro y Otomano hasta las actuales repúblicas, pasando por distintas las formulas probadas durante el siglo.

Así fui recorriendo las ciudades en mi primer viaje. Algunas veces me quedé en los mismos hoteles que Kaplan y pude mantener una conversación interna con los viajeros anteriores. Durante el viaje coincidí permanentemente con mis interlocutores imaginarios en que la historia deja una estela en esta zona muy fuerte y marcada. Las huellas de la historia que se pueden observar en situaciones cotidianas. Me refiero a pequeñas señales, nombre de calles o simples anuncios públicos. La historia aquí tiene un sentido distinto, se vive con una intensidad y cercanía mayor. Por ejemplo, en algunos lugares turísticos se señalan fraseos del tipo, “aquí fue derrotado tal o cuál héroe nacional por parte de las sanguinarias fuerzas turcas”. Es como si en las ciudades latinoamericanas se pusieran carteles del tipo “aquí fueron masacrados los indígenas por parte de las malvadas fuerzas de la corona española”. Lo que me llama la atención no es la huella de la historia, siempre necesaria, sino la agresividad en la manera de recrearla. Además de que en las conversaciones cotidianas se habla de los turcos como si se hubieran retirado antes de ayer. Para comprender el conflicto en Kosovo, por ejemplo, este aspecto es central. La gran batalla en que los serbios perdieron ante los turcos, en el año 1389, se recrea como si fue ayer.

Respecto a los conflictos más recientes, en Croacia se puede ver lo mismo respecto a los serbios. Por ejemplo en Dubrovnik, la ciudad más turística de Croacia, hay letreros públicos con el mapa exacto de cada una de las bombas que les cayeron, con frases del tipo “ esta es la huella de los ataques perpetrados por las fuerzas salvajes del ejercito serbio”.

Lo cierto es que las huellas de la guerra son muy fuertes y se pueden sentir en cada esquina y en cada conversación. No solo de los conflictos recientes, sino de toda la accidentada historia de esta región. Allí te hablan de las incursiones tártaras, turcas, del imperio austrohúngaro, como algo vigente, no como recreación de episodios históricos y lejanos. Es todo lo contrario de América latina, donde el olvido y la falta de memoria histórica es la norma.

Un capitulo aparte merece la huella de Tito, muy presente y controversial. Para algunos es la imagen del padre de la nación, esa nación que sólo él pudo sostener. Para otros es un amargo recuerdo de la etapa comunista. Algunos lo responsabilizan de los actuales problemas de Serbia, por el hecho de haberle dado autonomía a las regiones de Vojvodina y Kosovo.

Así fui llegando a la conclusión, impulsado por una fuerte intuición, de que nunca conocería bien Croacia si no me internaba en los territorios salvajes de Serbia. Aunque no estaba previsto en este primer viaje visitar Serbia y en contra de todas las recomendaciones, cambio los planes y me dirijo rumbo a Belgrado. Conduciendo un coche con patente croata me preguntaba si no sería un error entrar con la bandera equivocada al país equivocado. Me sentía entrando al estadio Sanchez Pizuán con la camiseta del Betis. Desde Dubrovnik, atravesando Montenegro y casi toda Serbia de sur a norte, llego a Belgrado en octubre de 2003.