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Rodrigo Araya Dujisin

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On Cvijus's post

On Cvijus's post

In another corner of the World, also on October 5th, we celebrate the fall of Pinochet. It was on 1988 when the regime ingenuously called for a public consultation about the continuity of the dictatorship. They were confident on the triumph, but people said another thing, fought against electoral fraud and finally the dictator was defeated . The slogan of the opposition campaign was something like: “Chile, happiness is coming”. Another slogan was “He will fall” (like gotov je).

 

And he fell, but happiness never came at all. The hangover was terrible and long. It took years and a couple of generations to recover, but nowadays the country is absolutely different. In perspective, Chile is another country.

 

There are still debts in terms of justice, equity and governance. Pinochet died last year without being condemned by justice (another coincidence). Economically Chile is successful, but there is a huge social gap. Chile is a democracy, but imperfect, incomplete. Just an example: the communist party has around 8% of the votes at the national level and they don’t have a single seat in the parliament.

 

There are still hundreds of judgments for human rights violations. There are still important corruptions cases open. Just an example: two days ago the whole Pinochet family and closest collaborators were arrested because a financial fraud in the 80´s. (as simple as public founds to private accounts). The widow and the 5 children (one of them called Marko) were arrested. Not bad, but take in consideration that it was 19 years after “happiness is coming”.

 

Let me tell you my experience in Serbia as a regular visitor. My first time in Belgrade was like a black and white film. It was 2003, just a few weeks after Zoran Dindic was assessinated. Everything was sad. The city, the people, the faces. I felt like in a post nuclear Soviet Union. Everything black and white. “No hope, no future” could be the synthesis of my impressions. For some reason I felt home in that sad landscape. Probably because it took me to my own experience

 

Then I came back every year and I could see how things have changed. I can understand the skepticism and frustration that most of you feel, but consider that 7 years of democracy is nothing after 50 years of communism, 11 of milosevicsm and so on.

 

Chilean transition has 19 years and we still feel uncomfortable with our democracy. But, and this is the important point, there are new generations that grew up in democracy and this is the key, as Cvijus pointed out.

 

I was in Belgrade last spring and I could say, 7 years after October the 5th, that Belgrade is completely different. Suddenly the city looks more open, sexy and beatifull. People seems to have normal problems, faces looks happier. I know you could list an interminable list of urgent and serious problems that shadow my optimistic observation. OK, but please accept that your lives have changed significantly in these 7 years, for better. In Chile we used a metaphor for this discussion. A glass of water (or beer, or rakja if you prefer). The glass is half of rakja, then you can see the glass half empty or half full. It is up to you, but the amount of rakja is the same.

Serbia is a bubble that needs to exploit. Serbians urgently need to travel abroad and receive foreigners. After Kosovo, I think "the Visa problem" is the most important challenge for serbian democracy.

 

Beyond the date coincidence, both transitions have a lot of parallels, in spite of geographic and cultural distance. After all, the glass is fuller than empty and things are a bit better. Never enouph, of course. It is just the beginning.

 

Happy October 5th. Gotov su!!!

Pozdrav!

¿cómo reconocer el futuro cuando llega?

¿cómo reconocer el futuro cuando llega? Introducción a la edición española de "Smart Mobs"

El 13 de marzo de 2004, los ciudadanos españoles, irritados por lo que percibían como una ocultación de información gubernamental acerca de la autoría del atentado terrorista del 11 de marzo, organizaron manifestaciones políticas espontáneas por las calles de las principales ciudades. Tuve conocimiento del fenómeno cuando se hizo pública la noticia de que muchas manifestaciones se habían organizado y coordinado con mensajes SMS.

El libro que el lector tiene entre manos, publicado por primera vez en octubre de 2002, un año y medio antes del trágico atentado perpetrado en Madrid el 11 de marzo de 2004, es un intento de explicar la movilización política espontánea de millones de personas a través de Internet y teléfono móvil. Las «multitudes inteligentes» son grupos de personas que emprenden movilizaciones colectivas —políticas, sociales, económicas— gracias a que un nuevo medio de comunicación posibilita otros modos de organización, a una escala novedosa, entre personas que hasta entonces no podían coordinar tales movimientos.

Como se comprobó en el caso de los atentados terroristas, una «multitud inteligente» —cualquier grupo que coordina actividades presenciales con sistemas electrónicos móviles— no es necesariamente prudente o benévola. Ahora bien, al igual que los grupos con aviesas intenciones pueden utilizar los medios de comunicación para emprender acciones destructivas, conviene recordar que la imprenta posibilitó la ciencia y la democracia, al tiempo que permitió la mecanización masiva de la guerra.

Debemos tomar conciencia de que un nuevo código y un nuevo canal comunicativo, junto con los nuevos modos de utilización de ambos sistemas para organizar movilizaciones colectivas, conllevan nuevos riesgos. Pero no debemos olvidar que las mismas tecnologías y prácticas sociales abren también nuevas oportunidades.
Cuando escribí "Multitudes Inteligentes", tenía los ejemplos de las manifestaciones de ciudadanos filipinos que contribuyeron a derrocar el régimen de Estrada, así como las movilizaciones de Seattle contra la Organización Mundial del Comercio, ambas organizadas a través de móviles y medios en red. Tras la publicación de la edición inglesa comencé a tener noticias de acontecimientos similares en otras zonas del mundo. En Corea, la cibergeneración encontró una nueva voz mediática en OhMyNews.com, con 26.000 reporteros ciudadanos. Cuando OhMyNews informó de que el candidato predilecto de la comunidad de lectores de dicho medio iba perdiendo, según los sondeos realizados a la salida de los colegios electorales, cientos de miles de lectores enviaron unos 700.000 correos electrónicos e incontables SMS para movilizar el voto, y de ese modo lograron cambiar el resultado electoral. El presidente electo, Roh, prescindió de los medios tradicionales y concedió su primera entrevista a OhMyNews.

Posteriormente, Howard Dean, un candidato bastante desconocido, se convirtió en el favorito presidencial del Partido Demócrata estadounidense, recaudó sumas ingentes de dinero a través de la red, lanzó miles de blogs o bitácoras ciudadanas que utilizaban software creado por un estudiante universitario de 19 años, e instó a sus adeptos a que organizasen 150.000 reuniones vecinales a través de un sitio web, MeetUp.com. La premisa de Las masas inteligentes comenzó a proyectarse al ámbito político internacional.
Todos estos acontecimientos sucedieron en diversas partes del mundo antes del atentado perpetrado en Madrid el 11 de marzo de 2004.

Inmediatamente después del 11-M, los ciudadanos que no aceptaban las declaraciones iniciales del partido dirigente, que atribuía a ETA la autoría del atentado, recurrieron a la comunicación masiva a través de Internet para emprender movilizaciones espontáneas ante el mundo. Las manifestaciones no fueron consecuencia de los mensajes de correo electrónico y SMS, del mismo modo que los resultados electorales coreanos y la elección del candidato demócrata estadounidense no tuvieron su causa primaria en OhMyNews y el software de bitácora. Quienes tenían motivos para actuar encontraron un nuevo medio para recabar información, publicar mensajes, organizar y crear.

Nos hallamos ante un nuevo medio de organización social, cultural y política en ciernes. Las redes telefónicas inalámbricas y los sistemas informáticos accesibles para cualquier usuario constituyen, junto con las personas, un potencial inmenso (para bien y para mal), comparable al de la imprenta o el alfabeto. Con toda probabilidad no serán pacíficas o democráticas todas las movilizaciones políticas futuras organizadas por Internet y teléfono móvil. El motivo de esperanza más pragmático es que el nuevo régimen tecnosocial —los medios, el modo en que se utilizan, las instituciones que surgen y las que caen derrocadas— es todavía joven.
¿Recuerdan el nacimiento del ordenador personal, en 1978, y cómo se desarrolló en las décadas siguientes? ¿Recuerdan el estado embrionario de Internet en 1990, cuando los modems y la comunicación a través de texto plano hacían las delicias de millares de nuevos entusiastas? Compárenlo con el estado de la red inalámbrica actual, que cuenta con sistemas mucho más capaces, que se comunican a velocidades infinitamente más rápidas que en los años ochenta y noventa. La red móvil de Internet, al igual que los cambios de poder que propicia, es todavía joven. Las instituciones que acabarán controlándola y beneficiándose de ella se encuentran en fase de formación. Mi parte optimista, que cree que la libertad, la democracia, la educación y la comunicación han conseguido grandes logros en los 500 o 5000 últimos años, a pesar de los demás avances, mucho menos positivos, de nuestra especie, cree también que si comprendemos la fuerza de las herramientas con que contamos, tal vez consigamos determinar el modo en que se emplearán en el futuro.
2 de julio de 2004 Mill Valley, California
José Luis de Vicente

Mikio sin fronteras

Mikio sin fronteras Mikio es un payaso serio, de esos que usan la risa para cambiar el mundo. Aqui se le ve en Palestina, haciendo algo que podría parecer imposible, hacer reir en medio de la tragedia. "Luna Roja, diario de guerra de un payaso" pronto en salas de cine...